10 Formas ridículas de hacer ejercicio y no bajar ni un kilo

Desde la infancia te han enseñado dos falsas necesidades:

-Gustar a los demás para aumentar tus posibilidades de aceptación.

-Sacrificarte para alcanzar la felicidad.

¡Despierta! Si no gustas de ti no se elevará tu autoestima y no gustarás. La felicidad no se alcanza, se vive si estás a gusto con las decisiones y placeres que te obsequies. Entonces, comienza a reírte hasta de ti sin importar el mundo.

El temor a hacer el ridículo es lo más ridículo que acompaña a las personas. Recuerda que todo es cuestión de perspectivas y el único sentido válido es el que resulte útil para ti, aunque pocos lo comprendan.

Basta con incorporar a tu vida lo que para otros podrían ser formas ridículas de hacer ejercicio.

Formas ridículas de hacer ejercicio: dinámica abdominal

Lo más importante de esta rutina física es que mantengas una dieta balanceada todo el tiempo que puedas. Sigue estos pasos para hacer ejercicios sin esfuerzo y te ejercites en modo relajación:

-Prepara todo tipo de bocadillos y bebidas que sean de tu gusto, siempre en pequeñas porciones.

-Identifica el lugar de la casa en que sientas mayor comodidad.

-Arma en ese sitio una hamaca o mecedora.

-Elige en la tele el programa que desees disfrutar.

Cuando todo esté listo, entrégate concienzudamente al ejercicio de mecerte, consumir lo que deseas y ver la tele. El abdomen se contraerá y relajará consecutivamente en cada impulso. ¡Esto sí es una dieta “balanceada”!

Formas ridículas de hacer ejercicio para tonificar bíceps con complacencia

Te aseguro que en el gimnasio también hallarás personas con formas ridículas de hacer ejercicio de bíceps, pero en lo que te propongo no tendrás que salir de casa:

-Compra tus bebidas predilectas en los recipientes de mayor tamaño. Cada vez que te sirvas o le ofrezcas a los demás trabajarán más tus bíceps.

-Siempre que abraces a un ser querido, acompaña ese gesto de un intento por alzarlos. Verás como resaltas tu amor y recibes más fuerza.

-Cambia de sitio con más frecuencia los muebles de tu hogar. Tendrás un entorno renovado habitualmente y te habrás ejercitado en cada ocasión.

-Consume la sopa con tenedor. Aparentarás locura frente a otros, pero además de la diversión y el alimento, te aseguro que harás muchas repeticiones.

Formas ridículas de hacer ejercicio para fortalecer los ojos

-Regálate un pequeño horario de videojuegos cargaditos de acción en una pantalla grande. Aumentarán tus reflejos al tiempo que se ejercitan los músculos oculares.

-Realiza con frecuencia en el hogar juegos de mesa y haz trampas. Requerirás para ello observar detenidamente en tu radio de acción el descuido de los restantes jugadores. Será divertido y mejorará tu visión.

-Al despertar y antes de dormir, repite siete veces la rutina de cerrar los ojos por cinco segundos y volverlos a abrir. Esto activa la circulación y ofrece relajación a tus músculos oculares.

Tonificación de glúteos

Las sentadillas pueden ser una de las formas ridículas de hacer ejercicio si las acompañas de un sentido placentero.

-Coloca a tu pareja de pie frente a ti y pruébale diferentes prendas de ropa interior. Con tanto subir y bajar no sólo se fortalecerán tus piernas y glúteos, sino que demostrarás interés por su apariencia y mantendrás viva la chispa.

-Bebe un poco de laxante cuando no tengas que trabajar. Harás tantas sentadillas en el váter como alivio demande tu estómago.

-Los ingredientes que más empleas en la cocina colócalos en los estantes inferiores. Te agacharás reiteradamente.

Tonificación de la musculatura facial a partir de formas ridículas de hacer ejercicio

Además de tus ojos tienes en el rostro otra ventana al mundo: la sonrisa. Debes abrir y cerrar esa ventana con más frecuencia.

-Programa en días alternos el disfrute de materiales audiovisuales cómicos. Compártelos en familia. Exagera en esos momentos tu risa, verás como pasas a ser objeto de humor de quienes te rodean y se inicia un bucle de carcajadas.

La risoterapia desestresa a todos y ejercita los músculos de tu rostro.

-Prueba hacer mímicas alegres y no ofensivas con el rostro a las personas desde la ventana de cualquier medio de transporte en que te desplaces. No importa que parezca ridículo, son solo extraños que seguirán con sus vidas.

Formas ridículas de hacer ejercicio para fortalecer la mente

Pensar en las mismas cosas todos los días empobrece el rendimiento de tu cerebro. Necesitas añadir a tu dinámica de vida nuevos problemas. Estos constituyen verdaderos desafíos para ejercitar tu mente.

-Invéntate una aventura amorosa con la cual provocarle celos a tu pareja. Los subterfugios que tendrás que crearte, el diseño de pistas a liberar te adentrarán en una divertida trama persecutoria. Conservarás la atención de tu pareja.

-Dos veces al mes realiza un voto de silencio por 24 horas. Aprenderás a escuchar mejor, incluso a tus pensamientos.

Ejercitación del amor propio

-Estrena frente al espejo en ropa bien ajustada los bailes en que seas un verdadero desastre. Si consigues reírte de ti sin vergüenza alguna podrás superar el momento en que otros lo hagan.

-Exígeles elogios a quienes te rodean. Pensarán que te has vuelto narcisista o que abordaste el tren de la locura sin retorno.

Estas pueden parecer formas ridículas de hacer ejercicio para incrementar el amor propio, pero indudablemente funcionan en el aprendizaje de la auto aceptación.

Conservación del equilibrio físico

-Invítate a una tarde pasadita de tragos, siempre cuidando de no conducir. Estira un cordel de varios metros en el piso trazando una línea recta. Anúnciale a todos que es la línea de tu vida.

Pasa por encima del cordel sin salirte saltando en un solo pie sin hacer pausas. Si lo logras, en estado de sobriedad nadie te gana.

Formas ridículas de hacer ejercicio para el control de la ira

-Redacta una vez por semana la lista de todos los incidentes que te han irritado. Emociónate con ellos y desata una guerra de almohada contra el colchón. Liberarás la frustración sin dañar a nadie.

-Discute periódicamente con la puerta de entrada de la casa.

-Profiérele algunas tardes ofensas y amenazas a cualquier árbol.

Fortalecimiento de piernas

–Corre de espaldas temprano en la mañana por las arenas de una playa saludando a quienes veas. No solo tonificarás tus piernas, sino que también ganarás en confianza y equilibrio aunque los bañistas consideren absurdo tu trote en reversa.